¡Bravo! Tienes nueva ropa técnica de esquí para destacar en las pistas y ser un gran esquiador/a. Pero, al quitártela y guardarla, viene LA gran cuestión: ¡¿cómo debo lavarla y cuidarla?!

Lavar la ropa de esquiar correctamente es fundamental para mantener su rendimiento y durabilidad, ya que fue diseñada específicamente para protegerte contra climas de bajas temperaturas. Y para proporcionarte comodidad durante la actividad física intensa.
Aquí te dejamos los consejos de lavado más útiles para mantenerla siempre limpia.
¿Por qué es importante lavar mi ropa de esquí?
Este tipo de prendas (chaquetas de montaña, anoraks, pantalones de esquí) tienen dos características comunes: son caras y delicadas. Es importante saber también que están hechas de membranas especiales, como el Gore Tex, para mantener el agua fuera y conservar el calor.
La suciedad y los residuos pueden obstruir estos poros, comprometiendo su capacidad de repeler el agua; ¡esto significa que puedes mojarte!
Por estas razones, prescindir de un lavado (o hacerlo de modo incorrecto) puede afectar a su impermeabilidad y transpiración. Y ojo: debes hacerlo tanto por dentro como por fuera de las mismas.
Pero que no cunda el pánico; a continuación, te contamos cómo lavar tus prendas y conservarlas impecables por muchos años.
Preparación antes del lavado
El primer consejo parecerá un chiste, y es que muchas veces se olvida: revisa cada una de las etiquetas!
Asegúrate de conocer las instrucciones de lavado del fabricante; generalmente, se recomienda utilizar agua fría y hacerlo solo en ciclos de lavado con otras prendas técnicas.
No está para nada indicado un segundo aclarado, ¡ni uso de suavizantes o lejías!
Tratamiento de manchas
Con un paño húmedo, primero quita el exceso de barro o tierra que puedan tener, especialmente en los velcros y costuras.
El siguiente paso: cerrar todas las cremalleras y vaciar los bolsillos, para evitar dañar innecesariamente la prenda.
Si aún quedan algunas manchas difíciles, que no salen a la primera, aplica jabón técnico y procura frotarlas con cuidado antes de hacer el lavado completo. Incluso, puedes sumar un ciclo de pre-lavado suave.
Elección del detergente
Para cada lavado, usa un detergente líquido de PH neutro y poco agresivo.
Comprueba siempre utilizar uno compatible con tu tipo de ropa técnica, ya que, de no ser así, los restos de detergente obstruirán los poros de las telas y le quitarán su durabilidad deseada.
Usualmente, los venden en los supermercados. Pero si no, puedes buscar en Internet ó incluso en algunas tiendas de deporte.
Ciclo de lavado adecuado
El ciclo adecuado de lavado debe ser corto y preferentemente con agua fría; la temperatura máxima recomendada es 30°. También puedes hacerlo a mano, si así lo prefieres.
Y, lo recordamos nuevamente: ¡lava estas prendas sólo junto a otras prendas técnicas de esquí! Esto ayudará a preservar sus propiedades y su durabilidad.
Secado de la ropa de esquí
En este punto, quizás te estés preguntado: ¿conviene secar esta ropa al aire o con un secado en secadora?
Lo cierto, en principio, es que el secado a altas temperaturas puede dañar las membranas y recubrimientos técnicos, como el DWR (Durable Water Repellent).
Por un lado, si tienes una secadora en casa, puedes programarla a baja temperatura durante unos 20 minutos.
Por el otro lado, al secar las prendas al aire libre, recomendamos colgarlas en un lugar seco, a la sombra y sin exposición directa al sol u otras fuentes de calor.
Una vez completado el secado, usa una plancha y desliza suavemente, a una temperatura tibia; esto permitirá reactivar el tratamiento hidrófugo (DWR).
Mantenimiento adicional
Al final de temporada, o cuando creas que la ropa lo necesita, otra recomendación que te damos es aplicar tratamientos impermeabilizantes en el exterior de cada prenda.
Existen dos tipos:
- Wash-in (un producto para para restaurar la repelencia al agua en un lavado)
- Y spray impermeabilizante (una fina capa de aplicación fácil, que permite llegar a todas las partes de la prenda)
Consejos adicionales
La regularidad con la que deberás limpiar tu ropa técnica dependerá exclusivamente de cuánto la uses, cuánto se ensucie y de cuánto transpires. A modo general, lávala siempre después de un largo y sucio día de esquí.
Mientras que si no ves alguna mancha o motivo particular, basta con hacerlo sólo al terminar la temporada.
Por último y ya acabamos:
Para dejarla lista hasta el próximo invierno, es crucial guardar las prendas completamente secas en un lugar fresco y libre de humedad, preferiblemente en una bolsa transpirable. Utiliza colgadores para que tus chaquetas y pantalones mantengan mejor su forma.
Todos los mantenimientos que os describimos, hechos de forma adecuada, garantizan que las propiedades específicas de los materiales (como la impermeabilidad, la transpiración y el aislamiento térmico), se conserven a lo largo del tiempo.
Ahora que ya los conoces… ¡Es tu turno de aplicarlos!