Quizá no lo sepas, pero afilar los cantos de tus esquís permite mejorar tu rendimiento en la nieve y aumentar tu seguridad en la montaña. Si no los mantienes en buenas condiciones, puedes tener problemas como la pérdida de control, dificultades en los giros y un mayor riesgo de caídas (especialmente en condiciones difíciles).

Aquí te traigo una información básica sobre el afilado de cantos, para que nunca los descuides.
¿Por qué es importante el afilado de cantos?
Como te decía, los cantos laterales afilados son fundamentales para una experiencia de esquí segura y divertida. Estos te proporcionan un buen agarre en la nieve, lo que permite que te mantengas firme al hacer giros y tengas un control superior en superficies heladas.
Así podrás esquiar por las pistas con más precisión, reduciendo el riesgo de accidentes.
Imagina tratar de girar en una pista helada con cantos despuntados: podrías terminar deslizándote fuera de control. Por eso, es clave mantener un acabado perfecto de tus cantos; lo cual te proporcionará una experiencia de esquí suave y controlada.
Materiales necesarios
Para una buena terminación, lo primero es que cuentes con estas herramientas necesarias para afilar tus esquís:
- Guantes: protege tus manos mientras trabajas, evitando cortes y rasguños.
- Limas: úsalas para dar forma inicial y eliminar cualquier material que sobre.
- Piedras de afilar (Diamante): estas piedras son esenciales para el afilado fino y el pulido, proporcionando un acabado suave y refinado.
- Guías de ángulo: ayudan a mantener un ángulo consistente durante el afilado, lo que es clave para la precisión.
También (y no menos importante) necesitarás una mesa de trabajo para sostener y mantener los esquís fijos en su lugar.
Preparación de los esquís
No se trata solamente de tomar una lima y comenzar a pulir.
Antes que nada, procura que los esquís estén completamente limpios y secos (utiliza un paño para cerciorarte de ello). Después, inspecciónalos y busca algún rasguño o daño. Así sabrás a cuánto tiempo de trabajo estás enfrentándote…
Técnicas de afilado
El proceso de afilado puede parecer complicado, pero siguiendo estos pasos no tendrás problemas:
- Coloca la guía de ángulo en el canto del esquí y desliza la lima a lo largo de él. Mantén una presión uniforme y asegúrate de seguir el ángulo para no dañar los cantos.
- Después de afilar, usa una piedra o lima de diamante para suavizar y pulir los cantos. Esto elimina las rebabas y deja un acabado más fino.
- Asegúrate de trabajar ambos cantos de cada esquí, manteniendo siempre el ángulo correcto.
Ángulos de afilado
Los ángulos de afilado juegan un papel importante en el rendimiento de unos esquís:
- 88° a 90°: perfecto para principiantes y esquí recreativo; proporciona un agarre adecuado, sin ser demasiado agresivo.
- 87° a 88°: recomendado para esquiadores intermedios y avanzados que buscan un mejor rendimiento en giros más cerrados y en condiciones variadas.
- Menos de 87°: preferido por esquiadores expertos y profesionales, que necesitan un agarre máximo en superficies heladas y en giros rápidos.
Elige el ángulo de afilado que mejor se adapte a tu estilo de esquí y a las condiciones de nieve que sueles enfrentar.
Mantenimiento regular
¿Cuándo es necesario afilar? 🤔 Pues, lo más recomendable, es después de usarlos entre 4 y 6 días (depende del tipo e intensidad de uso). O cuando notes una disminución en el agarre.
Antes de cada salida, revisa los cantos en busca de desgaste ó daños. Recuerda que es más fácil hacer un mantenimiento menor que tener que arreglar problemas mayores más tarde.
Consejos y trucos
Estas son algunas de nuestras recomendaciones a los clientes que quieren afilar sus esquís ellos mismos:
- Para un mejor resultado, puedes añadir un encerado posterior y completar el cuidado.
- Evita el afilado en exceso; no te pases demasiado, ya que pueden volverse demasiado agresivos y difíciles de controlar.
- Usa protectores de cantos a la hora de transportar los esquís, para evitar daños y que siempre estén afilados.
- Dependiendo de si eres zurdo o diestro, seguramente tienes una dirección de trabajo preferida. Elige la que más te convenga.
- ¡Practica y experimenta! Cada esquiador es diferente, así que busca la técnica y ángulo que mejor funcione para ti.
Siguiendo los consejos de esta pequeña guía y con la práctica, te convertirás en todo un experto. Así que… ¡Anímate a afilar tus esquís y ahorrarte unos cuantos euros!